Este piso tenía mucho potencial. Un octavo piso con una luz y unas vistas increíbles que sólo necesitaba actualizarse para convertirse en el hogar perfecto.
Realizamos una reforma completa en toda la vivienda, ventanales, pavimento, cocina, baños e instalaciones con un resultado de lo más bonito y acogedor.
Abrimos la cocina al comedor, ampliando así la cantidad armarios para almacenaje y el espacio de trabajo. Esta nueva estancia se ha convertido en el lugar con más vida de la casa.
Los suelos de mosaico de los baños (link a mosaicos de nuestra web), contrastan con el suelo de toda la vivienda en porcelánico imitación madera (link) y el rodapié se colocó en porcelánico blanco, continuando así la estética de los marcos de las puertas.
En la habitación principal realizamos un murete de obra a modo de cabecero, que sirve de estante para cuadros, libros y objetos de decoración.
¿Te gusta cómo ha quedado?